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Media Maratón y Fiesta del Atletismo

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La trigésimo tercera edición de la Media Maratón de la Ciudad de Buenos Aires ha sido una de esas carreras que quedan en la memoria de quienes la corrieron, de quienes estuvieron allí y también de quienes van recibiendo noticias de lo que pasó. Era la primera gran carrera luego de la pandemia y esa certeza se respiraba desde que se inauguró la Expo y se comenzaron a entregar los kits.
Con 20.539 inscriptos y 18.861 corredoras y corredores que llegaron a la meta volvió a posicionarse como la más numerosa de Latinoamérica, a exhibir la etiqueta de bronce otorgada por la World Athletics (WA) y además  albergó los campeonatos argentino y sudamericano de la distancia, clasificatorios para el mundial que se disputará en Yangzhou, China, el 13 de noviembre. 
Por su parte, el clima fresco con relativamente poca humedad para Buenos Aires, la ausencia casi total de viento y el circuito homologado y ya establecido como uno de los más rápidos del continente, conjugaron casi a la perfección el desarrollo de una prueba en la que quedaron registradas varias marcas históricas, algunas con calidad de récord.

En ese sentido, entre las y los atletas de elite se produjeron cuantiosas mejores marcas personales. Y algunas particularidades entre los vencedores y las vencedoras de la general de varones y de mujeres.
El ganador absoluto fue el etíope Gerba Beyata Dibaba que se impuso a su compatriota Dinkalen Ayele Adane, aunque ambos registraron un tiempo de 1h 00m 29s. Apenas tres segundos más tarde, arribó el tercer clasificado, el keniano Félix Kibitok y 26 segundos más tarde llegó en el cuanto puesto otro keniano, Bedan Karoki, que desde 2019 ostenta el récord del circuito con 59m 05s. En total, 26 corredores estuvieron por debajo de 1h05m, lo que indica el gran nivel de conjunto.
Si la prueba masculina tuvo un final emocionante, la femenina subió la apuesta. La keniana Irine Jepchumba Kimais, con el antecedente de dos carreras sobre 1h 06m, definió en la misma línea de sentencia sobre la etíope Atalel Anmut y Vivian Jerono Kiplagat, también de Kenya. Las tres obtuvieron el mismo registro de 1h 07m 59s. El cuarto puesto, muy cerca, fue para la etíope Zewditu Aderaw Gelaw con 1h08m03s.
Entre la Selección Argentina, Federico Bruno, El Bocha, logró el 6° puesto de la general con 1h 02m 07s, que constituye la segunda marca del historial del atletismo nacional, solo superada por el récord de Antonio Silio (1h00m48s). Otra marca para el asombro fue la del 7° puesto del mendocino Ignacio Erario, quien debutaba en la distancia y marcó 1h 02m 09s, quedando así en el tercer lugar de la lista argentina de todos los tiempos. 
Entre las mujeres, luego de la “legión africana” que copó los seis primeros lugares, llegaron las hazañas argentinas Florencia Borelli y Daiana Ocampo que se convirtieron en las primeras atletas del historial sudamericano que quebrar la barrera de 1 hora y 10 minutos. 
Borelli terminó 7ª con 1h 09m 31s y Ocampo, 9ª con 1h 09 m 46s. El anterior récord sudamericano estaba en poder de la peruana Gladys Tejeda con 1h 10m 14s desde el 26 de marzo de 2016 en Cardiff. A su vez, la plusmarca argentina estaba en manos (mejor dicho en piernas) de la propia Borelli con 1h 10m 30s desde el 17 de octubre de 2020 durante el Mundial de Gdynia. En esa oportunidad también la siguió de cerca Ocampo.
 Casi todos los atletas de elite de la Argentina y Sudamérica mejoraron considerablemente sus marcas personales. “Con este clima y este circuito, los resultados se esperaban, aunque lo impresiona es el nivel de conjunto. Es un momento notable para el atletismo de fondo en la Argentina” definió Fernando Díaz Sánchez, uno de los entrenadores de la Selección Nacional.